Capítulo 2: "Adios hogar... adios" {1ª Parte}

En un lugar de la Tierra Media, cuya dimensión es paralela en cuanto a tiempo a nuestro mundo, existía un hermoso y eterno bosque en donde sus seres vivían felices y ajenos... a lo que los mortales o monstruos, llamaban instituto.

Una mañana de otoño, algo cambió en el susodicho bosque de Lothlórien. Eruanne, la joven princesa del reino de los elfos, había tenido como regalo de cumplespanto un viaje astral al mundo real.
En él, tendría la obligación de susistir por mera apuesta con sus sabios padres.

Los diás fueron pasando lentamente. Las hojas de los árboles caducifolios ya se posaban en el suelo cuando el tan ansiado día de la despedida al fin llegó...

La enorme sala real estaba a rebosar de elfos de alto rango y de gran sabiduría, acompañando en todo momento las decisiones de los reyes de Lothlórien. Todos esperaban la aparición de sus majestades para que diera comienzo el cántico mágico que abriera la puerta tridimensional y asi poder enviar a su pequeña princesa al que sería el viaje inolvidable de su vida.

En cuestión de segundos, mis padres y yo hacíamos nuestra gran entrada en aquella enorme sala. Todos se pusieron en pie por respeto e hicieron uno a uno su correspondiente reverencia. Atravesamos la gran sala a paso lento y firme, cogidos de la mano y sin quitar la vista al frente. Una vez acomodados en nuestros asientos reales...
- Queridos hermanos y hermanas, mi esposa Galadriel y yo os hemos convocado en honor al viaje a otra dimensión de mi joven y única heredera, hacia el que será su nueva vida y que formará parte de su formación -dijo el rey Celeborn al tiempo que se le desprendía una diminuta lágrima. Era tal el amor y devoción por su familia, que no pudo reprimirse delante de tantísimos altos cargos como lo eran aquellos elfos que presidirían el acontecimiento. - Eruanne, ven aqui hija mía - expresó como última instancia.

Me acerqué a mi padre sin perder la compostura, tal y como meses atrás había ensayado tanto con mi amiga y niñera Lithlian, me situé delante de él y tras una leve reverencia, me arodillé a la espera de su bendición y sus palabras.
- Mi joven Eruanne, tu gran día ha llegado y... - suspiró - a pesar de que a tu madre y a mi nos cueste despedirnos, estamos en la obligación de dejarte marchar y de este modo, formarte como persona y reina en el mundo que escogiste como destino. Ten mucho cuidado, cariño... Te queremos.
Dichas estas palabras, tanto el rey como la reina se levantaron de sus respectivos sillones y alzandome, me abrazaron como nunca antes lo hubieran hecho. Fue tan emocionante el momento, que no veía ni hora ni lugar de marcharme, mi mente sólo estaba inmersa en aquel instante.

Volviendome a posar en el suelo y con miles de lágrimas recorriendo nuestros rostros, nos dirigimos al centro de la habitación y con unas leves palabras de mi amado progenitor, se abrió un vórtice que en cuestión de milésimas de segundo tomo la forma de una puerta un tanto extraña... ¡Tenía forma de ataúd!

Dí un paso hacia aquella misteriosa puerta y girándome sobre mí misma, mandé un beso al aire a mis entristecidos padres. Sin más preámbulos, crucé al otro lado.

____________________________________________________

Mi viaje acabó en las puertas de Monster High, el instituto de monstruos y normis mas famoso de todo Monstruopolis...

- ¡Oh! Esto... es...  

RING! RING! RING!

Continuará...


No hay comentarios:

Publicar un comentario