Roces en la oscuridad (2ª Parte)

¡Saludos monstruitos, monstruitas y/o normis!

El relato que se narra a continuación es totalmente real... nada de simulaciones o cuentos de miedo para asustaros. Es una experiencia personal que deseo compartir con vosotros.

Todo sucedió en mi actual domicilio. Otra de las muchas noches en las que el dios griego Morfeo, tardaba en visitarme y rociarme sus polvos del sueño.

No podría afirmar hora exacta, pero seguro que sobrepasaba la media noche.
Tumbada boca arriba, estiré los brazos por encima de mi cabeza y los dejé colgar por la cabecera... trataba de buscar una posición cómoda para conciliar el sueño.

Al cabo de un largo rato, quizás pasaron horas, estando adormecida noté con fuerza un apretón en las manos, como si alguien las cogiera entre las suyas, lo que me hizo abrir los ojos repentinamente.

Miré rápidamente hacia la cabecera, tratando de buscar explicación a lo sucedido. Allí conmigo no había nadie... como tampoco sonido alguno de pasos alejándose de mi habitación. Un silencio sepulcral se hizo presente y amo del resto de la noche.

Hoy en día, aún se suceden a mi alrededor las visitas, los roces y susurros con la oscuridad de la noche...

¿Escalofriante verdad?

Si te sientes identificado/a con lo relatado y deseas dar a conocer tu experiencia con el Más Allá, no dudes en escribir a thelordoftherings@hotmail.es